Manifiesto
Con la consigna de "todo es arte" este siglo ha multiplicado las potencialidades artísticas gracias a la globalización.
Hace quinientos años el gran
Leonardo Da Vinci decía: “La poesía es pintura ciega y la pintura poesía muda”. Bajo este axioma el genial
polímata florentino nacido en Vinci, nos quiso explicar acerca de la
importancia de la percepción de una sensación producida por la observación o
apreciación de un objeto bello u obra artística en el público.
Autorretrato de Leonardo Da Vinci, c. 1510. FOTO: INDEPENDENT.CO.UK |
Ninguna otra actividad humana es
tan libre como el arte. Es de ahí que nacen sus infinitas posibilidades,
movimientos, propuestas geniales e inesperadas, inusuales, insólitas o
extravagantes. El arte es el punto más vulnerable del statu quo, y los dogmas
caen debido a la expresión artística.
Espectadores observando una de las salas de Arte en Madrid. FOTO: ARTE EN MADRID |
El público no espera que las
obras de arte expresen aquello que se considera “la verdad”. El arte contemporáneo
del siglo XXI se ha convertido potencialmente en un acto de extraversión
emocional buscando siempre estímulos nuevos.
Al artista actual le sirve de todo
tipo de materia, de imagen, técnica, ciencia, electrónica o de reproducción
mecánica; fusionando estilos, preceptos y reglas para crear todo tipo de arte.
Calavera con incrustaciones de diamantes de Damien Hirst. FOTO: INFORMATION.DK |
El artista, manipulador de la
realidad, expresa sus sentimientos, seduce y persuade al observador que lo que
se expone o se muestra, es fascinante, es una obra que merezca ser examinada
atentamente; cautivar el ánimo del que presencia su creación y atraer la
atención para generar estímulos que inciten una sensación cuando se mira su
obra.
El australiano Ron Mueck peinando una de sus gigantescas esculturas hiperrealistas. FOTO: 3DOMEN.COM |
La globalización hace que el arte
se multiplique exponencialmente debido al contacto entre nuevas expresiones
culturales (arte asiático, africano, americano…); nuevos lenguajes con nuevas
fusiones. Simbiosis entre arte y tecnología.
Mercados repletos de obras.
En la primera década del 2000, se
ha declarado la masificación artística global. La economía global infecta el
sentido del arte con exorbitantes precios, excediendo el orden lógico y término
regular del valor de las obras.
Cai Guo Quiang, "Head on" 2006. FOTO: STYLEMODAFASHION.COM |
La tecnología contribuye
bastante. Antes, la expresión artística, aparte de talento, requería una gran
inversión en tiempo y dedicación para adquirir una técnica. A partir de ahora,
resulta mucho más asequible gracias a la nueva tecnología y con esto la
exploración de nuevas posibilidades también se facilita enormemente, asimismo
la difusión de la obra y la formación de audiencias. Por lo demás, hay que
tener en cuenta que todas esas tecnologías van a evolucionar a gran velocidad y
potenciarán mucho más la generación y la intensidad de la producción artística.
"Dreaming child" de Gottfried Helnwein. FOTO: HELNWEIN.COM |
La necesidad de experimentación
de sensaciones constituye la fuerza vital a partir de la cual se engendra y
emerge una nueva concepción del arte en el siglo XXI. El propio arte anticipó esta
nueva concepción emergente del arte mucho antes de que se pudiera llegar a
conceptualizar.
El pensamiento más vanguardista
del siglo XX anticipa la nueva concepción del arte en el siglo XXI. Las
funciones del crítico y del artista estaban tradicionalmente divididas; al
artista le concernía la producción de la obra y el trabajo del crítico era
evaluarla e interpretarla. En las últimas décadas del siglo XX el desarrollo
del Arte Conceptual elimina esta división. Los mismos artistas realizan también
labores habitualmente reservadas a los críticos, como el comisariado o curatoría.
Takeshi Murakami en la Galeria Gagosian en Roma con sus "double dragons". FOTO: SQUA.RE |
La definición de arte ha sido
siempre abierta, amplia, subjetiva, discutible. No existe, ni existirá jamás un
acuerdo unánime entre historiadores, filósofos, curadores o artistas.
“El arte es el recto ordenamiento
de la razón” decía Santo Tomás de Aquino; según Friedrich Schiller “el arte es
aquello que establece su propia regla”; John Ruskin decía que “el arte es
expresión de la sociedad”; Walt Whitman contestaba diciendo que “el arte es un
pequeño milagro que simplemente sucede”; mientras Adolf Loos expresaba que “el
arte es la libertad del genio”; y Max Dvořák afirmaba “el arte es el estilo”.
"Fontaine" el urinario masculino que Marcel Duchamp firmo con el seudonimo de R. Mutt en 1917, observada por un espectador. FOTO: METRO.CO.UK |
Marcel Duchamp nos mostró que cualquier
cosa puede ser una obra de arte y nos dijo “el arte es la idea”. André Breton
gritaba en su primer manifiesto surrealista: “Oh amada imaginación lo que más
amo de ti es que nunca perdonas”.
jean Dubuffet ya anciano en medio de una de sus espectaculares creaciones. FOTO: FLICKR.COM |
Jean Dubuffet nos explicó que “el
arte es la novedad” y Joseph Beuys cuyo fin básico era la difusión del concepto
ampliado del arte influyendo su difusión y su carácter social nos dijo: “Todo ser humano es un artista, un ser libre, llamado a participar en la transformación y la reorganización de las condiciones, el pensamiento y las estructuras que dan forma e informan nuestras vidas” y que “el arte es la acción, la vida”. Cerrando
el siglo XX con el concepto de Wolf Vostell “arte es vida, vida es arte”. El
siglo XXI trae una consigna para el análisis. “Todo es arte”.
Joseph Beuys en su obra conceptual "Kinderbett und hase". FOTO: GOTTFRIED EVERS |
"Cloud Gate" de Anish Kapoor. FOTO: LISSONGALLERY.COM |
Promoviendo siempre la libre expresión
y difusión del pensamiento y de la producción creativa del ser humano.
Johnny Antelo
DIRECTOR
LA SOCIEDAD POÉTICA
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